La hipoxia se describe como la disminución del número de moléculas de oxígeno disponibles para el funcionamiento celular del organismo. Esta condición, en el área médica, está reconocida como una anomalía, puesto que muchas de las patologías más frecuentes y dramáticas que sufrimos se deben de a la falta de oxigenación, causada por la oclusión o estrechamiento de un vaso sanguíneo o por un problema de captación del oxígeno a nivel pulmonar.

La hipoxia inducida por patología:

• Por falta de flujo vascular
• Por reducción de la presión parcial de O2
• Por paradas respiratorias (SAOS)

Precondicionamiento hipóxico:

• Aclimatación o entrenamiento del organismo en un medio reducido en O2

A la vez que la hipoxia en el organismo es una condición patológica como resultado de problemas respiratorios o disminución del flujo circulatorio, el entrenamiento con hipoxia o precondicionamiento hipóxico es una nueva concepción que se está utilizando desde hace unos años en el ámbito deportivo y en diferentes áreas de la medicina.

El precondicionamiento hipóxico o entrenamiento en hipoxia en el deporte

La antigua URSS, fue la primera que utilizó para sus atletas el entrenamiento con un medio con disminución de oxígeno. Los individuos entrenados en unas condiciones hipóxicas mejoraban el sistema cardiovascular y el transporte de oxígeno a los tejidos y, de esta manera, llegaban a una mayor condición física en deportes de resistencia. Esta tecnología no se dio a conocer hasta que la URSS desapareció y empezaron a emigrar hacia otros países todos los médicos, biólogos y entrenadores que utilizaban este tipo de entrenamiento. Hoy en día, son muchos los deportistas que utilizan esta tecnología para mejorar su condición física o para realizar una adaptación más efectiva a la altitud. Es necesario conocer que existen dos tipos diferentes de entrenamiento hipóxico: el método continuo (cámaras hipobáricas...) y el método intermitente, que consiste en estar unos minutos en hipoxia y después, unos minutos respirando aire normal o enriquecido con oxígeno.

El precondicionamiento hipóxico en el ámbito médico

En una situación de disminución de la concentración de oxígeno, el organismo se defiende secretando unos complejos proteicos denominados HIF (Hypoxia Inducible Factors), que son factores de transcripción que movilizan más de 200 genes creando una respuesta adaptativa. Esta respuesta producirá un conjunto de efectos en el organismo relacionados con los cambios de concentración de oxígeno en el entorno celular.

Test de hipoxia (Test de Stage’s)

Antes de iniciar una sesión de hipoxia, es necesario realizar una test para:

1. Confirmar que no existen alteraciones en la ola ST del electrocardiograma (marcador de isquèmia coronaria) durante la exposición hipoxia, es decir, que no haya ningún tipo de riesgo cardíaco.
2. Conocer el tipo de respuesta a la hipoxia de cada paciente (se conocen tres respuestas diferenciadas dentro de la población general).
3. A partir de la respuesta hipoxia, se crea el programa de acondicionamiento hipóxico para cada paciente.

Dentro de los estudios que los autores han realizado, la aplicación de la hipoxia antes de la extracción de sangre es esencial para la obtención de un plasma más rico en factores de crecimiento y en células madre progenitoras, puesto que existe una movilización en el sistema circulatorio cuando se realiza la exposición hipóxica en unas condiciones determinadas. Este plasma enriquecido tiene un poder regenerador mucho mayor que la utilización de los PRPGF (factores de crecimiento de las plaquetas) que se está utilizando habitualmente.

Otra aplicación de la hipoxia que tiene que cambiar el futuro es el de la rehabilitación músculo-esquelética para el tratamiento de las lesiones, puesto que reducirá el tiempo de cura de estas lesiones sin aumentar el tiempo que el paciente tendrá que dedicar a las sesiones de rehabilitación clásicas.

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